Revisión cartera - marzo 2022

Revisión cartera - marzo 2022

Después de más de un mes desde el comienzo de la guerra de Ucrania, parece que los mercados nos vuelven a sorprender, recuperando prácticamente todo lo perdido en los primeros momentos. Y esto a pesar de que siguen las tensiones en el precio de la energía y de las materias primas y, por tanto, con una inflación desbocada y con los tipos comenzando a subir en previsión de las próximas subidas por parte de los bancos centrales.

Estas subidas de tipos en los bonos a largo plazo están produciendo la temida inversión de la curva de tipos, que se produce cuando los intereses del bono a 2 años son mayores que los del bono a 10 años. En la gráfica de la FRED se aprecia que estamos a punto de que sea negativa y se observa también que esta inversión de tipos ha producido siempre una recesión posteriormente (bandas grises).

Fuente: FRED - Louisiana

Para los que tenemos también alguna inversión en empresas Chinas, marzo también ha supuesto el tobogán y posterior recuperación de éstas como se puede apreciar en los gráficos de Alibaba, JD.com y Baidu. En el caso concreto de Alibaba aún se está muy lejos de los precios a los que compré, pero parece que al menos se ha diluido un poco el miedo al delisting de los ADR. Sigo pensando que es una empresa que tiene potencial por lo que sigo manteniendo en ella, a precios actuales, un 2.65% de la cartera.

Fuente: TradingView

Sigo pensando que la mejor forma de combatir la inflación es estando invertido en empresas de calidad, con ingresos recurrentes y con una cartera diversificada en diferentes sectores. Y también diferentes metodologías de inversión. Por eso digo que mi cartera es ecléctica, porque llevo un poco de todo. Tengo acciones de crecimiento como Alphabet, estoy potenciando la parte más DGI que se había quedado muy atrás porque había desmontado parte para la entrada de la casa en la que vivimos ahora mismo, y tengo también fondos value (azValor y Cobas) que ahora es cuando están demostrando otra vez su valía. A largo plazo creo que es una combinación ganadora, que dará un crecimiento sostenido de entre un 7-10% anual (CAGR) a largo plazo, que es lo que va demostrando en los últimos 10 años. Según la calculadora de MoneyChimp éste rango está en el rango histórico del S&P 500 desde 1871 (un 9.37%, con dividendos) e incluso muy cerca desde 2006 (un 10.98%) que es cuando comencé mi cartera.

Fuente: MoneyChimp

Tanto mis datos como los del S&P 500 son sin inflación por lo que no nos dicen cómo de ricos nos hemos hecho. Se puede intuir que con la inflación de los últimos años sí que la inversión nos ha hecho más ricos, y que en estos años de inflación alta al menos será posible mantener el nivel de patrimonio. Una buena combinación. En la tabla siguiente podemos ver los datos con inflación.

Fuente: @LizBaker

Me diréis que si me hubiera indexado al S&P 500 podría haber obtenido la misma rentabilidad que la que he obtenido en mi cartera. Es cierto en parte, dado que mientras que el S&P 500 está siempre invertido, mi cartera está sujeta a cuándo haces las aportaciones y cuándo se hicieron las retiradas para la compra de la casa, que resultaron ser menos planificadas de lo que hubiera querido, porque surgió la oportunidad de un día para otro. Lo que dejé de ganar en la cartera lo he ganado en descuento en la compra de la vivienda y en calidad de vida, y eso no hay forma de componerlo en el CAGR de la cartera. Además, me hubiera privado de todo el aprendizaje de estos años, que también ha sido importante.

Con esto no quiero decir que la indexación sea mala. De hecho las aportaciones que vamos haciendo para mis hijos están en fondos indexados, porque es la forma más sencilla de estar expuestos al crecimiento secular del mercado y una parte de nuestros planes de pensiones también están en productos indexados. Simplemente creo que las batallas entre value y growth o inversión pasiva vs inversión activa son sólo pasatiempos para Twitter y foros. El mayor error es estar saltando de un modo de inversión a otro sólo por las rentabilidades que han obtenido en los últimos años.

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Un gran error es estar saltando de un modo de inversión a otro sólo por las rentabilidades que ha obtenido en los últimos años. Ese momento es el peor para comprar, pues ya está realizada la revalorización.

Cartera de acciones y opciones

La cartera ha tenido igualmente una gran volatilidad. En los últimos días del mes la cartera de acciones y opciones había empatado con el principio de año, pero el último día del mes de marzo se ha vuelto a desplomar, por lo que el resultado del mes está en un escaso 0.47%. Lo que he hecho ha sido aprovechar las caídas para hacer compras, y han entrado en la cartera Starbucks, Philip Morris y Shell. Esta última debería haberla comprado hace unos meses para tener mejor precio, pero no había liquidez entonces y obviamente había subido ya cuando la incorporé a la cartera a primeros de febrero. Aún así lleva ya una revalorización adicional de un 6% y con un dividendo por encima del 3%.

Distribución por sectores de la cartera - marzo 2022

En las operativa con opciones sigo con un perfil bajo y continuo reparando algunas de ellas, en las que el precio de la acción está por debajo del strike después de las caídas de principio de año, lo que implica seguir rolando los vencimientos e intentando cobrar alguna prima adicional. He recomprado anticipadamente la put de Intel que me ha dado una prima neta de $150 (21% anualizado) y he vendido al vencimiento del 20 de mayo una de Pepsi con strike 155 y una prima de $170.

Dividendos

Este mes ha sido más prolijo y he recibido dividendos de Intel, Lockheed Martin, 3M, Unilever y McDonalds, por un importe total de 86€ que es más del doble del que recogí el año pasado. Al ir ampliando las posiciones en empresas que pagan dividendo, esta cifra se irá incrementando poco a poco. Aún así, la rentabilidad por dividendo ponderada de la cartera sigue estando en un pírrico 1.28%. El número irá mejorando pero no dará un salto hasta que Alphabet decida pagar dividendo.

Conclusión

Seguimos en un entorno complejo, con muchos retos que se añaden a lo que ya tenemos desde el coronavirus. Creo que seguiremos viendo inestabilidad y correcciones, al alza y a la baja, que se moverán con las noticias de la guerra y macroeconómicas. La amplitud de los movimientos se ha multiplicado y pasamos de tener una bajada del 3% por la mañana a una subida del 2% por la tarde. Nuestra única labor ha de ser continuar manteniendo la calma y hacer las aportaciones periódicas que están planeadas, de forma inteligente si se puede aprovechar algún ajuste, pero sin dejar de hacerla esperando el mismo. Siempre habrá alguna acción de la cartera en la que ampliar, o alguna posición que abrir con un precio más adecuado.

Sigo con el curso de valoración de empresas, tanto con la parte teórica como ya con la construcción de un modelo de valoración basado en los ejemplos que comparte el propio Damodaran en su web. En los próximos días seguiré poniendo más artículos sobre el mismo.